Grado y Máster de Multimedia Universitat Oberta de Catalunya
Diseño de Interfaces Grado y Máster de Multimedia

La no transparencia de las interfaces

Cada vez estamos más acostumbrados a interactuar con interfaces digitales pero en nuestro día a día también existen interfaces analógicas, físicas, con las que nos relacionamos sin ser demasiado conscientes.

Los dispositivos de interacción digitales actuales tienden a favorecer lo que denominamos transparencia de la interfaz. Cada vez más, la interacción se crea en relación con el cuerpo del usuario, interactuamos con la pantalla, con los dedos, si se trata de un dispositivo táctil, por ejemplo, en lugar de hacerlo con un aparato intermediario como un ratón o un teclado, hasta llegar al punto de ser el propio cuerpo, con su movimiento y posición, el que interactúa directamente con la máquina (con la cámara kinect, por ejemplo) sin necesidad de tener contacto con la pantalla. En la medida en que la interacción está más relacionada con el cuerpo humano la sensación de transparencia de la interfaz es mayor, es decir, nos parece que funciona de un modo totalmente intuitivo, casi naturalizado. Y por todo esto la evolución en el diseño de las interfaces va en la dirección de intentar acercarse a la máxima transparencia.

Aun así, en realidad, una interfaz nunca puede ser totalmente transparente o natural, ya que en su creación y desarrollo ha habido tomas de decisión que han hecho que adopte una forma u otra, respondiendo a unos requerimientos y ofreciendo unas posibilidades y a la vez unas limitaciones impuestas por diferentes factores (el contexto de uso, los stakeholders o público o entorno interesado, el propio dispositivo de interacción, el aprendizaje y experiencia, la cultura e incluso la ideología del diseñador y del usuario, entre otros).

Las interfaces, como los lenguajes o la comunicación, no pueden ser “transparentes” o “invisibles”: se trata siempre de dispositivos que, cuando están bien diseñados, se naturalizan y se vuelven imperceptibles. (Carlos A. Scolari)

Así pues, una interfaz siempre es una creación artificial (y no natural) que propone unas posibilidades y a la vez unas limitaciones al usuario que tiene que interactuar con ella.

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