La utlización de una óptica angular o un teleobjetivo tiene una implicación directa en la perspectiva de las imágenes que obtenemos. Un teleobjetivo comprime la imagen, allana las distancias de los objetos. Mientras que un angular hace lo contrario, permite mostrar en primer término un objeto cercano e incluir en la lejanía los objetos distantes. Una segunda implicación de este uso de las ópticas es la profundidad de campo. Un teleobjetivo tiene muy poca, especialmente en diafragmas abiertos, mientras que un angular tiene mucha. En un caso enfocaremos sólo sobre un elemento y tendremos los demás desenfocados (a no ser que trabajamos con trípode y con diafragmas cerrados), en el otro podremos enfocar desde el primer término al fondo.
Lo podemos ver en estas comparativas obtenidas de las calles de Girona durante el Temps de Flors.