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La informática de los Juegos Olímpicos Barcelona 92, invisible pero imprescindible

En el año 1992 Barcelona se convirtió en sede deportiva y cultural de los Juegos Olímpicos de verano, pero por detrás también se desplegó una compleja red de tecnologías y sistemas informáticos como no se había visto nunca antes en ninguna olimpiada anterior. Para recordar estos hechos y en el marco de celebración de los quince años de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, el 15 de mayo se celebró una mesa redonda con distintos protagonistas de este hito histórico de la informática en Barcelona, como parte del ciclo de historia de la informática organizado por la UOC y la UPC.

La mesa redonda estuvo moderada por Joan Munt, ex directivo de la empresa IBM, encargada de suministrar el hardware y el software de base principal de los Juegos Olímpicos 92. Munt, que actualmente es vicepresidente de la Asociación del mNACTEC, dio paso a los ponentes y los invitó a explicar su experiencia como principales protagonistas de la informática de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Arquitectura integrada y colaboración empresarial

Rafael Macau, director de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, fue el responsable de Sistemas Informáticos del Comité Olímpico Organizador de Barcelona (COOB 92). «Una de las tareas más complicadas fue definir la arquitectura integrada, algo que no se había hecho nunca antes», explicó Macau. Por suerte, detalló, esta nueva red de sistemas y tecnologías informáticas se pudo probar durante el año 1991 y se pudo mejorar de cara a los Juegos Olímpicos.

Al llegar el año de los Juegos, el problema consistió en encontrar más de 5.000 personas formadas para encargarse de la informática en los momentos decisivos de la organización de los Juegos. Macau explica que una de las soluciones que se encontraron en aquel momento fue «contactar con muchas grandes empresas de Barcelona y de las otras sedes olímpicas para pedir colaboración y que cedieran voluntariamente su equipo humano de informáticos para el certamen deportivo». Todas lo aceptaron y así se integraron al equipo del COOB 92 muchos voluntarios informáticos especializados. Esta solución humana de problemas técnicos se copió también para hacer intervenir otros voluntarios especializados, como por ejemplo médicos o guardias urbanos jubilados para orientar a los numerosos conductores de autobuses.

Innovación informática

August Montserrat, entonces director de la Oficina Olímpica de IBM para las Olimpiadas, también destacó la tarea profesional de todas las personas que colaboraron en materia informática, de todos los perfiles, tanto técnicos como usuarios y gestores. «Cuando pensamos que no habría casi tiempo para reaccionar ante posibles errores durante los días de celebración, nos dimos cuenta de la necesidad de personal muy cualificado y muy motivado», detalla. Además, Montserrat quiso destacar las mejoras informáticas que se hicieron entonces, que contrastan por sus limitaciones con la tecnología actual. «Los dos grandes ordenadores centrales acumulaban una memoria de 140 GB, mientras que se desplegaron 4.600 PC para el personal olímpico que tenían 3MB y 4MB de memoria interna», recuerda Montserrat.

A pesar de las limitaciones tecnológicas del momento, Barcelona 92 se convirtió en pionera por el uso innovador y avanzado que hizo de la informática, y los Juegos Olímpicos marcaron un paso hacia la innovación en estos temas. «Las pantallas de los comentaristas de radio y TV eran pantallas táctiles(touch-screen), una maravilla por la época», explica Montserrat.

Visión de futuro

Para Josep M. Vinué, uno de los responsables del equipo médico de los Juegos Olímpicos, e invitado a la mesa redonda en representación de los usuarios de los sistemas de información de las Olimpiadas, aquella experiencia implicó un progreso informático funcional y tecnológico radical de cara a los usuarios. «Cuatro años antes de los Juegos, en el hospital, trabajábamos con un ordenador muy limitado, con dos disquetes; uno para el sistema operativo y otro para el programa», relata Vinué, «pero durante los Juegos Olímpicos podías encontrar máquinas que hacían acreditaciones, redes informáticas que permitían mandar mensajes electrónicos, los primeros ordenadores Mac para trabajos de usuario final, y podías estar muy tranquilo de que no habría ningún error de confidencialidad en la compartición de información delicada».

Todos los participantes en la mesa redonda recuerdan la informatización de Barcelona 92 como todo un reto que se encaró con mucha motivación por parte de todo el mundo. En el debate de después de la mesa redonda, tanto los ponentes como los asistentes consideraron que los puntos clave de aquel éxito fueron el aprendizaje rápido, la colaboración y la aplicación del sentido común, tres puntos que ayudaron a que los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 fueran un éxito en materia informática.

Para más información y fuente: www.uoc.edu

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