Tiempo real incluye dos aspectos complementarios, y según Parés y Parés [1], se considera una condición indispensable para la realidad virtual:
- Que el tiempo de procesamiento de la respuesta digital sea lo suficientemente breve para resultar imperceptible; por ejemplo, que pueda proporcionar nuevas imágenes a una frecuencia no inferior a 30 Hz.
- Que la respuesta digital haya sido procesada al momento y no haya sido registrada previamente; por ejemplo, una renderización que se calcula una y otra vez según cómo cambia el punto de vista siguiendo los movimientos físicos de la cabeza del usuario equipado con un HMD.